Hace unos 125 millones de años, dos dinosaurios muy similares cazaban a sus presas en lo que hoy conocemos como la provincia de Cuenca y la prefectura de Fukui (Japón), respectivamente. Con 6 m de longitud, se convertirían en los tatarabuelos de los T. rex que habitaron más tarde los continentes del sur.
Sus restos se reunieron el 13 de julio en la exposición Dinosaurios maravillosos de España, del Museo de Dinosaurios de la Prefectura de Fukui, que supera las 700.000 visitas al año y hogar habitual de Fukuiraptor, como se conoce al ejemplar japonés.
Hasta allí ha viajado nuestro Concavenator corcovatus, encontrado en el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca), acompañado por una corte con los ejemplares más representativos tanto de ese yacimiento, como del vecino de Lo Hueco: fósiles de otros dinosaurios, como Pelecanimimus polyodon y el pterosaurio Europejara, y de ranas, lagartos, tortugas, cocodrilos, aves y plantas, muchos de ellos pertenecientes a especies encontradas allí por vez primera.
El Concavenator, único ejemplar conocido de su especie, exhibe una curiosa joroba debida a un alargamiento en dos vértebras. En 2015, la “delegación” española efectuará un periplo por museos de Osaka y Fukuoka, antes de regresar, después de un año de ausencia, a su casa del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha.
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