El ámbar ya es de por sí un fósil. Se trata de resina fosilizada de los árboles. La gracia del asunto está en que esta sustancia ha ayudado a preservar, en unas condiciones asombrosas, organismos de hace millones de años. En esta galería te mostramos algunos de los fósiles que mejor se han conservado gracias al ámbar.

Lagartos

Restos de diecisiete ejemplares de una variedad de lagarto caribeño conocida como Amolis. Su antiguedad ronda los 17 millones de años, y su estudio ha permitido descubrir que la morfología de estos animales no ha variado sustancialmente desde entonces.

Cochinilla

Esta hembra de una rara variedad de cochinilla bautizada como Wathondara kotejai, tiene una antiguedad de alrededor de cien millones de años. El ejemplar fue encontrado con una «mochila» en la que portaba unos sesenta huevos.

Planta carnívora

Con una antiguedad de 40 millones de años fue hallada en Suráfrica, en un estado de conservación tan bueno, que los investigadores pudieron estudiar y apreciar al detalle toda su taxonomía.

Plumas de dinosaurio

Un fósil bastante extraño, debido a que no existen muchos de su clase, encontrado en Canadá.

Escorpión

De hace unos veinte millones de años. Se trata de un ejemplar macho de Tityus apozonalli, una variedad de escorpión que era completamente desconocida hasta que se descubrió este fósil en Chiapas, México.

Hormigas

Con una antiguedad aproximada de 99 millones de años. Phil Barden y David Grimaldi fueron los investigadores que encontraron en 2104 estos restos fosilizados de hormigas pertenecientes a once variedades diferentes.