El Hyundai Ioniq puede llevar placas solares en el techo y es capaz de dar electricidad a otros vehículos
Decía Jack Trout, el gurú del marketing, que más valía ser el primero que ser el mejor. En el caso de Tesla esta máxima se ha cumplido. La compañía que Elon Musk fundó en 2003 fue la primera en producir en serie vehículos con baterías de ion litio y autonomías superiores a los 300 kilómetros. Gracias a esta estrategia logró un posicionamiento de marca extraordinario que ha empezado a tambalearse por la aparición de rivales dispuestos a arrebatarle el trono. ¿Cómo lo van a hacer? Con tecnología. Eso al menos es lo que han pensado en Hyundai al lanzar el Ioniq 5, un coche eléctrico de esos que se ven en las pasarelas y que rara vez, excepto en algún caso como este, llegan a la producción en serie.
Estas son las seis cualidades del Hyundai Ioniq 5 que no tienen los Tesla, aunque puede que sí las encuentres en el Kia EV6 porque ambos comparten plataforma:
Carga muy rápido
Tiene dos opciones de baterías, de 58 kWh o de 72,6 kWh, pero con tecnología de 800 voltios en lugar de los 400 de otros coches. Eso quiere decir que los tiempos de carga se optimizan y llenan el 80% de la batería en 18 minutos… pero ojo, solo si se utiliza un cargador de 350 kWh. Lamentablemente, la mayoría de las electrolineras actuales en España están entre 7 y 20 kWh. Las ultrarrápidas son todavía rara avis para este coche, para el Tesla y para cualquier aspirante al reinado de la electromovilidad.
Solo en las electrolineras ultrarrápidas se logra cargar el 80% de la batería en 18 minutos.
Plazos de entrega
Tesla es una víctima más de la crisis de los semiconductores. Hay que esperar meses para conseguir uno de sus modelos por falta de suministro. Sin embargo, Hyundai gana por goleada en este aspecto porque Corea es productor de estos componentes. Hyundai y Kia son prácticamente las únicas que están entregando vehículos sin demora.
El coche como fuente de alimentación
Esto quiere decir que permite conectar pequeños electrodomésticos. Imagina por ejemplo que te vas de picnic al campo con los amigos y que juega tu equipo de fútbol favorito. Podrás enchufar una tele y ver el partido bajo los árboles. Y, lo que es mejor, también cargar otros vehículos eléctricos. Sí, has leído bien. Esta función es muy útil si quieres ayudar a alguien o, simplemente, presumir un poco.
Con el Hyundai Ioniq 5 podrás suministrar energía a otros eléctricos que hayan agotado la batería
Se cierra automáticamente para protegerte de aire viciado
Si el coche detecta que entras en una zona muy contaminada, automáticamente sube las ventanillas para no respires partículas o cualquier otro elemento nocivo para la salud.
Puede llevar paneles solares en el techo
Esta es otra de las funciones para presumir. En principio, los paneles solares del techo contribuyen a cargar las baterías, pero su aporte es muy residual. En el mejor de los casos, puede llegar a aportar el 10% de la energía que se consume pero para ello el vehículo tiene que permanecer al sol durante seis horas. O sea, una función un poco contradictoria porque si se encuentra aparcado al aire libre no estará en el garaje donde supuestamente se halla un punto de carga más eficaz. Aún así, sienta las bases de nuevas formas de obtener energía en un automóvil.
Las placas solares aportan un 10% de la energía si el coche permanece al sol unas seis horas diarias.
Hay tres metros entre el eje delantero y el trasero
Incluso con menor longitud que el Tesla S (4,635 m frente a 4,970 m), tiene más espacio interior, particularmente en las plazas traseras. En las versiones más modestas el motor se sitúa en el eje trasero. En las más avanzadas, además, lleva otro en el delantero.
¿Será esto suficiente para competir con Tesla? El Ioniq 5 hace algunos guiños a la conducción autónoma con funciones como la de poder adelantar por sí mismo, pero Tesla está también trabajando arduamente para tener lista antes que nadie la conducción autónoma total. El duelo entre fabricantes está servido.
El Tesla Model 3 se vende en España a partir de 46000 euros.
