Primera prueba de conducción del Volkswagen ID.Buzz, la última vedette de la marca
¿Quién no ha visto algún episodio de Scooby Doo? Ahora, la furgoneta de este perro famoso de la serie televisiva de Hanna Barbera rueda bajo el nombre de Volkswagen ID.Buzz. Es la heredera de la famosa T1 que los hippies y sus conciertos inmortalizaron en los años 60, pero con un motor eléctrico que desarrolla 204 caballos y todo el aroma de libertad que despertaba en su día aquella van.
El Volkswagen ID.Buzz está desarrollado sobre una plataforma del grupo Volkswagen denominada MEB. Se trata de una estructura construida fundamentalmente en acero alrededor de la batería y en la que el motor se sitúa en la parte trasera. Tiene una gran distancia entre ejes no solo para mejorar la habitabilidad interior, sino para poder colocar entre ellos una batería más grande.
Un lugar estratégico
Situar la batería entre los dos ejes permite albergar mayor número de células electroquímicas que en otras configuraciones y tener mayor autonomía. En la prueba de conducción realizada en QUO por un trazado mixto hemos podido recorrer casi 350 km sin cargar, con un consumo medio de 22 kWh. Las cifras oficiales del Volkswagen ID.Buzz aseguran que la autonomía es de 410, pero en pocas ocasiones se obtendrá tanto rango; solo puede que se alcance en ciudad y utilizando la opción B, de Brake, situada en la palanca de cambios. Accionándola, aumenta la capacidad de retención al levantar el pie del acelerador y se obtiene más energía. En ciudad el sistema en muy eficaz, pero en carretera no conviene recurrir a esta opción porque la conducción es más lineal. En esos casos, la electricidad que el coche necesita para recuperar la velocidad de crucero no compensa con la que se recupera en la desaceleración.
Una opción muy terrenal
Otra ventaja de llevar las baterías a lo largo del piso en el Volskwagen ID.Buzz es que se baja el centro de gravedad, y esto es particularmente interesante en un vehículo que mide 1,9 de altura. A la hora de conducirlo, se tiene la sensación de estar llevando más un Golf que una furgoneta que mide 4,7 metros de longitud. El reducidísimo diámetro de giro entre paredes de 11,1 metros contribuye a que podamos movernos por la ciudad casi con la agilidad de un utilitario. En carretera, la suspensión, sorprendentemente tirando a firme teniendo en cuenta que es una furgoneta, y el conjunto de soluciones mecánicas de esta estructura de Volkswagen, hacen que conducirlo sea pura diversión.
Una buena base
Realmente, Volkswagen lo ha hecho bien con la plataforma MEB (Modulare E-Antriebs-Baukasten) para coches eléctricos. La desarrollaron en 2015 y sobre ella no es posible montar ningún modelo con motor de combustión. Una de sus ventajas es que es modular y eso quiere decir que sirve de base para modelos tan diferentes como el Audi Q4 e-tron o el Škoda Enyaq.
Solo 150 afortunados podrán disfrutar de la Volkswagen ID.Buzz 1st edition
La versión PRO de la Volkswagen ID.Buzz se ofrece con cinco plazas de serie ampliables opcionalmente a 7 pero, como es habitual en este tipo de vehículos, en ese caso la capacidad del maletero queda muy limitada. Durante la fase de lanzamiento también habrá una versión exclusiva denominado 1st Edition que tendrá un equipamiento especial y estará limitada a únicamente 150 unidades. Y como al fin y al cabo la Volkswagen ID.Buzz se lanza dentro de la división de vehículos comerciales de la marca, también habrá un modelo de reparto denominada el ID. Buzz Cargo con solo dos plazas para aumentar al máximo la capacidad de carga.
Una vedette sobre el asfalto
En QUO hemos conducido la 1st Edition, una vedette sobre ruedas que va haciendo volver las cabezas a su paso. Pero, a diferencia de lo que ocurre con otros automóviles con afán de protagonismo que pueden suscitar envidia, la ID.Buzz provoca sonrisas, pulgares levantados de complicidad, guiños… Es ensoñación pura, un viaje al espíritu más libre de los conductores.
Pero dentro de la ID.Buzz hay algo más que libertad y espacio, mucho espacio. En la 1st edition los asientos están tapizados en simil cuero de color marfil y hay detalles en el acabado similares a los del color de la carrocería. También, muchos espacios portaobjetos, como no podía ser menos en este tipo de vehículos, y una gran pantalla presidiendo el salpicadero y a través de la cual se puede acceder al sistema de infoentretenimiento. El software no es tan intuitivo como debiera, como tampoco es práctico el acceso al interior del vehículo. Pero, de verdad ¿alguien va a dejarse de comprarse la heredera de la Bulli, de aquella furgoneta en la que viajó el movimiento hippie, solo porque resulta un poco incómodo entrar en ella?
Volkswagen ID.BUzz 1st Edition, 71,425 euros.
