El Cupra Born es un compacto deportivo que sugiere muchos lugares… no todos en España.

Toledo, Málaga, Córdoba, León, Ibiza… No es un recorrido turístico. Son los nombres que Seat, grupo automovilístico al que pertenece la marca Cupra, ha ido eligiendo para identificar a sus modelos. La tradición de llamar a sus coches con topónimos de ciudades españolas empezó en 1982 con el Ronda. La denominación caló entre los consumidores y Seat decidió a partir de ese momento consultar el mapa de España para bautizar sus nuevos lanzamientos.

En Cupra no es diferente. Cupra (Cup+Racing) nació en principio como una línea deportiva de Seat. Poco a poco fue adquiriendo identidad propia hasta convertirse en marca independiente en 2018.

Los primeros modelos que lanzó seguían siendo versiones de Seat, pero con equipamientos y acabados superiores. El Cupra Ateca, una derivación del Seat Ateca con un nombre basado en una localidad zaragozana, fue el primero de la marca. Tras él, llegó el Cupra León, otra ciudad española. La estrategia varió ligeramente cuando se presentó en el mercado el Formetor, un SUV compacto deportivo que no derivaba de ningún Seat. Ahí, el consorcio siguió mirando el mapa, peroº no para poner sus ojos en una localidad, sino en un accidente geográfico como es el cabo Formentor, en la parte más septentrional de la isla de Mallorca. ¿Es que el grupo iba a empezar a considerar otras ideas para sus modelos?

Todo queda en casa, ¿o no?

No del todo. O al menos así se desprende de su primer compacto deportivo eléctrico, el Cupra Born. ¿Por qué Born? Born es un mercado de estilo modernista situado en Barcelona. Se inauguró a finales del siglo XIX y hoy tiene una función cultural. O sea, perfecto para las intenciones de Cupra porque, como escisión de Seat que es, quiere asociarse con la marca España. Pero Born también es un barrio barcelonés turístico entre el Raval y el Barrio Gótico… Y una ciudad a orillas del Llobregat a unos 40 km de Barcelona. Todo muy catalán porque al fin y al cabo Cupra tiene la central operativa en Martorell, Barcelona, aunque la palabra born signifique campo y el coche se fabrique en Alemania.

La vis internacional le viene al Born porque al norte de la provincia de Brescia, en Italia, hay también una ciudad que se llama como la catalana. Eso sin olvidar que los bornes son los terminales de las baterías por los que se realiza la conexión, algo fundamental en un coche 100% eléctrico.

Para que la autonomía no se resienta con el frío extremo, el Cupra Born puede llevar una bomba de calor que mantenga la eficiencia de las baterías.

En este modelo de Cupra las baterías son de iones de litio de 77 kWh en la versión más potente, lo que se traduce en una autonomía cercana a 540 kilómetros. Pero, ¿qué pasa si hace mucho frío o mucho calor? El rango óptimo de temperatura de una batería de litio está entre los 15 y los 25ºC. Cuando el calor aumenta, un intercooler enfría el sistema para evitar que se produzcan sobrecalentamientos. La situación es más delicada si el termómetro desciende porque el frío extremo determina que el proceso electroquímico se realice más lentamente y empeore la eficiencia. ¿Cómo se contrarresta este efecto? Con un sistema que caliente la batería. Lo malo es que lo hace consumiendo energía y en consecuencia, reduciendo la autonomía. Por eso el Cupra Born tiene previsto poder equipar una bomba de calor que realice este proceso con un bajo consumo de electricidad.

Agárrate que vienen curvas

El Cupra Born ha nacido para proveer de sensaciones a quien lo conduzca. Su carta de visita es una aceleración 0-100 km/h en 7 segundos en el Born más potente, el de 231 caballos y 77 kW. Hay dos versiones inferiores con una batería de 58 kW que entregan 204 y 231 caballos. La oferta la completa el modelo más básico con 45 kW y 150 CV.

Todos son fieles al Cup+Racing que dio origen a la marca gracias a una serie de soluciones como el poder ajustar la amortiguación en función de las prestaciones, el tipo de frenadas que se haga o el estilo de conducción. Y como el público al que se dirige el Cupra Born es amante de las emociones, incorpora lo que ellos llaman ESC Sport, o lo que es lo mismo, un control de estabilidad modificado.

El Control Electrónico de Estabilidad (ESC) es un sistema de seguridad que ayuda a prevenir la pérdida de adherencia de alguna de las ruedas en situaciones de conducción críticas. En el Cupra Born, el modo «ESC Sport» se basa en el mismo principio, pero con la particularidad de que interviene con menos frecuencia. Es una opción que permite a los conductores más experimentados disfrutar de una conducción deportiva y dinámica sin perder seguridad. La guinda del pastel la ponen unos frenos sobredimensionados y llantas de aleación de hasta 20 pulgadas.

No siempre lo futurista es mejor

El Cupra Born está construido sobre la plataforma MEB de Volkswagen que también utilizan muchos otros modelos del grupo. El puesto de conducción, como todo lo demás, es muy deportivo. Incorpora la tecnología Cupra Connect, con múltiples funciones y recurre a los mandos tipo háptica, accionables mediante tacto, muy futuristas pero poco prácticos para funciones habituales como subir o bajar la temperatura. El coche está disponible partir de 41.590 euros.

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