En QUO hemos analizado qué hay detrás de dos campeones de elite de Citroën, Aurélien Paret-Peintre, ciclista del Tour de Francia y Alejandro Cachón, piloto de Citroën en el World Rally Championship a los mandos de un Citroën C3 Rally2.

El mundo de los rallies y el del ciclismo tienen muchas cosas en común. En ambos la velocidad y la destreza son decisivas. También la preparación de los pilotos y corredores, su espíritu de sacrificio, el desgaste físico que sufren en cada prueba… En QUO hemos querido saber qué hay detrás de dos deportistas de elite que compiten con el apoyo de Citroën, Aurélien Paret-Peintre, ciclista del Tour de Francia y Alejandro Cachón, piloto de Citroën en el Campeonato del Mundo de Rally. Ellos y sus máquinas están más cerca del Olimpo de los dioses que del planeta Tierra.

Paret-Peintre comenzó su carrera profesional en 2015. Desde 2020 forma parte del AG2R Citroën Team como uno de los ciclistas más prometedores del momento. Tenía 24 años cuando fichó por Citroën. Ahora, a sus 27, compite en el Tour de Francia con los colores de la marca francesa impresos en el maillot y tatuados en el alma los chevrones que identifican al fabricante. A su lado durante la competición, como una sombra que no se despega de él, va siempre alguno de los vehículos híbridos enchufables de la flota de Citroën que le apoya no solo a él, sino a todo el equipo durante el Tour. Son nueve unidades del SUV C5 Aircross Plug-In Hybrid, diez del C5 X Plug-In Hybrid y siete del Spacetourer. Todos pensados para poder transportar holgadamente lo que el equipo necesita: intercomunicadores de radio, ropa de reemplazo, cascos, botellas de agua, provisiones para los corredores, repuestos, ruedas y el utillaje necesario para el mantenimiento. De promedio, en cada carrera, uno de estos automóviles lleva hasta 7 bicicletas en el techo.

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Alejandro Cachón, otro deportista al que apoya Citroën, no pedalea como sí lo hace Aurélien Paret-Peintre, pero su objetivo también es la velocidad. Cachón nació en Cangas del Narcea, Asturias, hace 23 años y ya se ha consagrado como un talento en el mundo de los rallies. A bordo de un Citroën C3 Rally2 trata de demostrar de lo que es capaz en la prueba reina de esta disciplina, el World Rally Championship. El vehículo con el que lo intenta está basado en el Citroën C3 de calle, pero con ciertas modificaciones. Didier Clément, director de Citroën Customer Racing dice que “el coche está en continuo desarrollo. Se trabaja constantemente en el motor y la electrónica. También en la suspensión, la aerodinámica y el comportamiento de los diferenciales. La progresión es permanente». Y gran parte de estas innovaciones se trasladarán en el futuro a los modelos de calle porque, como dice Didier Clément, “Un buen coche WRC2 no está diseñado para los mejores pilotos. Está pensado para todo el mundo”.

Citroen-C3-Rally2

Esto viene de antiguo

La vocación de Citroën por el deporte no es nueva. En los años 70 el Citroën 2CV ya participó en competiciones independientes. El debú glorioso de la marca llegó en los 80 de la mano del Citroën Visa y el Citroën BX 4TC en el Campeonato del Mundo de Rally. Pero no solo de automovilismo vive Citroën. Su vocación por el ciclismo le llevó hace tres años a firmar un acuerdo de colaboración con el equipo ciclista AGR2 de Vincent Lavenu, que a partir de ese momento pasó a llamarse AG2R Citroën Team.

“Un buen coche WRC2 no está diseñado para los mejores pilotos. Está pensado para todo el mundo”, Didier Clément, director de Citroën Customer Racing

El objetivo en los dos casos, buscar los límites, alcanzar la excelencia. Y en esa carrera las máquinas son protagonistas, pero también deportistas como Aurélien Paret-Peintre y Alejandro Cachón porque destacar en una disciplina es algo que pocos consiguen. La diferencia está en ser capaces de arañar unas décimas de segundo al cronómetro, mejorar la marca aunque sea en un milímetro o aumentar la capacidad de resistencia frente al rival. Pero, ¿hasta dónde?

Más allá de los límites

Entrenadores, biomecánicos, fisiólogos, psicólogos, nutricionistas, expertos en recuperación y analistas estadísticos trabajan junto a los atletas para conseguir superar los límites. Y lo consiguen. Sebastien Loeb, el mejor piloto que ha tenido Citroën y uno de los grandes de la historia, logró con casi 48 años convertirse en el ganador más veterano de un rally del Mundial. ¿La clave? Destreza, genialidad, experiencia, talento y mucha preparación. Cuando un piloto de rallies no está en el coche lo encontrarás en el gimnasio entrenando la fuerza, la resistencia, trabajando el core, ejercitando la capacidad y la agilidad de respuesta, la visión, el equilibrio…

Pero el entrenamiento no lo es todo, según un estudio de la Universidad Case Western Reserve, en Ohio. Tras analizar los datos de 54 atletas de elite en relación a su rendimiento concluyó que los cientos de horas que los deportistas dedican a mejorar sus marcas apenas representan un 1% en la mejora de sus resultados. “El entrenamiento es necesario para alcanzar un alto nivel de competencia, pero, una vez llegado a cierto punto, es casi imposible seguir mejorando“, asegura el profesor Brooke Macnamara, profesor asistente de Ciencias Psicológicas y autor principal del estudio. Y aquí es donde entra la genialidad de Aurélien Paret-Peintre y Alejandro Cachón, figuras destacadas de los equipos de ciclismo y rallies que apoya Citroën.

Creencias por los suelos

Las conclusiones del trabajo de Macnamara socavan la creencia de que cualquier persona puede convertirse en un profesional de elite con disciplina y perseverancia como han sostenido algunas corrientes estadounidenses durante años. Fue en la década de los 90 cuando Anders Ericsson, un psicólogo de la Universidad de Florida, popularizó la teoría de las 10.000 horas, una suerte de tratado que dejaba de lado la importancia del talento a favor del entrenamiento. Se consolidaba así la filosofía norteamericana del esfuerzo, basada en el trabajo y la dedicación como vía hacia la excelencia. Ericsson no suponía que poco después la genética pondría en entredicho unos argumentos creídos con fe ciega por millones de seguidores. “De los 35.000 genes que tiene el ADN humano, actualmente más de 200 han mostrado alguna asociación con el rendimiento deportivo”, explica Félix Gómez Gallego en El deportista de elite: ¿nace o se hace? Por eso, la persona que quiere convertirse en deportista de elite debe tener mucho cuidado al elegir a sus padres, sostienen con sorna algunos profesionales.

Sufrimiento vs victoria

Cada vez que el ciclista de Citroën Aurélien Paret-Peintre termina una prueba experimenta dolores en los cuádriceps, las lumbares, el cuello y las rodillas. Pero el dolor no detiene a los deportistas de elite. “Aprenden a tolerarlo”, dice Carlos Balsasobre, doctor en Ciencias del Deporte “Se adquiere la habilidad de competir con un cierto grado de sufrimiento”. ¿Cuánto? El hombre lleva preguntándoselo desde la Grecia presocrática. Los primeros estudios sobre el dolor datan del siglo XIX, cuando nace la Fisiopatología. Posteriormente, la Medicina ha intentado crear escalas de números, palabras y signos para clasificar los diferentes umbrales sin que hasta el momento haya consenso, y menos cuando se habla del deporte de elite, donde el sufrimiento no es limitante.

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Lo demuestra Alejandro Cachón cada vez que compite a los mandos del Citroën C3 Rally2. Dentro del coche se pueden alcanzar hasta 40 o 50ºC, una temperatura elevadísima que el mono ignífugo y el casco del piloto no contribuyen a aliviar. Con estas condiciones extremas, Cachón se enfrenta a las siete pruebas que Citroën acometerá este año en el World Rally Championship. Cuatro ya las ha corrido. La siguiente, el Rally de Estonia, la disputará del 20 al 23 de julio sujeto al asiento durante horas, girando el volante continuamente, engranando marchas, presionando sobre el freno y el acelerador. Exigencia extrema para un cuerpo de élite. «La preparación para un rally es principalmente física», dice Alejandro Cachón. «Intento hacer el máximo de deporte para llegar bien preparado a cada prueba. La alimentación y la hidratación también son fundamentales porque pasamos muchas horas dentro del coche a altas temperaturas. También veo muchas cámaras onboards de los tramos para intentar estar lo más situado posible ya que solo tenemos dos pasadas de reconocimientos por cada tramo».

¿Temeridad, irracionalidad, inconsciencia? Michael Joyner, profesor de la Mayo Clinic College of Medicine, en Minnesota, señala que los atletas de elite tienen una enorme capacidad de superación que les lleva a traspasar la línea roja. No son capaces de disociar el sufrimiento del resto de sus sensaciones. Al contrario, lo utilizan para evaluar sus límites, su capacidad de resistencia y su potencia. Y esta, en el caso del pedaleo de Aurélien Paret-Peintre se traduce en 6 vatios/kg en una hora. En cada etapa del Tour, con una duración media de 4 h 30’, el ciclista de Citroën genera 384 vatios. Una cifra extraordinaria para un ser humano, pero lejos de los 81,2 kW (81.200 vatios) de potencia del motor eléctico del Citroën C5 Aircross híbrido enchufable. ¿Disfruta Paret-Peintre durante el Tour? Sufre, como lo hacen todos sus compañeros del equipo AGR2 Citroën. Quien no lo hace son los miles y miles de personas que cada día llegan a su destino con híbridos enchufables similares a los de la flota que Citroën ha desplegado en el Tour de Francia.