El concepto SAC nació en 2008 de la mano del BMW X6. Ahora, el nuevo BMW X2, que también llega en versión eléctrica, se aprovecha de un desarrollo basado en la deportividad.

La segunda generación del BMW X2 ya está aquí. Y llega con una amplia gama de motores porque las necesidades de movilidad son casi tantas como conductores hay en el mercado. Habrá una versión M (Motorsport) de gasolina con cuatro cilindros y 300 CV; otro microhíbrido también de gasolina de tres cilindros y 170 CV. En diésel los conductores podrán optar por un cuatro cilindros de 150 CV, además de un microhíbrido de gasóleo de 163 CV. Pero la verdadera novedad en materia de motores es, por primera vez en el modelo, una versión completamente eléctrica. Llaman BMW iX2 xDrive al más potente y bajo esta denominación alfanumérica se esconde la descripción casi íntegra del modelo. La “i” indica que es eléctrico; la “X”, que se trata de un SUV; “xDrive” es el sistema inteligente de tracción integral que reparte la fuerza a las ruedas que más lo necesitan; y “30” trata de dar una pista de cuántos caballos tiene el coche, en este caso concretamente 313. La misma descripción es válida para la versión eléctrica de acceso, la BMW iX2 xDrive20, que entrega 204 caballos.

El BMW iX2, completamente eléctrico, tiene una autonomía oficial de 417 kilómetros.

Incorpora el BMW iX2 xDrive una batería de 64,7 kWh. Teniendo en cuenta que el consumo oficial es 17,7 kWh/100, la autonomía total alcanza los 417 km. A la hora de cargar, la potencia máxima a la que lo hace es de 130 kW. No está mal, pero no podrá sacar todo el partido a los supercagadores con más potencia que esa. Aun así, apenas tardará 29 minutos en llenar del 10 al 80% de la batería en uno que entregue 130 kW.

En la actualidad, si bien la tecnología de las baterías ha evolucionado considerablemente, no es recomendable cargar de kilovatios el coche al 100% porque las celdas de ion litio pueden sufrir.

Por si las flies

En viaje, el BMW iX2 ofrece un planificador de ruta que incorpora la opción Max Range. Se trata de un mecanismo de último recurso que puede activarse cuando no hay cerca una electrolinera y quedan kilómetros por recorrer. En estos casos, el Max Range proporciona hasta un 25% extra de autonomía, pero lo hace con ciertos sacrificios, es decir, desactivando algunos sistemas para reducir el consumo de kilovatios y limitando la velocidad a 90 km/h.

Un concepto no tan nuevo

Pero lo que realmente cautiva a los seguidores de la marca son las siglas SAC. El concepto Sports Activity Coupé (SAC) nació en mayo de 2008 con la introducción del BMW X6, el primer Sports Activity Coupé (SAC). La idea, que ahora se extiende al BMW X2, consiste en aunar en un mismo modelo el carácter robusto de un SUV con la deportividad de los cupés. Y lo han logrado.

El BMW X2, con una longitud total de 4,554 m (casi 20 cm más que su predecesor), tiene una parrilla prominente que, de forma opcional, puede tener iluminación de contorno. En la zaga se caracteriza por la línea trasera descendente de los cupés y unos pasos de rueda ensanchados.

Los aspectos más destacables en el interior son una pantalla curva en la que se han reducido el número de mandos y una gran habitabilidad. Y, como era de esperar en BMW, todos los sistemas tecnológicos habidos y por haber para los más caprichosos, muchos en opción. Las versiones con motor de combustión están disponibles a partir de 45.800 euros. Y el eléctrico desde 50.700 euros.

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