Pese a que muchos sueros polivalentes son eficaces en gran medida contra algunas serpientes, hay ciertos ofidios venenosos que no tienen un antiveneno específico. Uno de estos casos es el de la víbora cornuda de Irán (Pseudocerastes persicus). Esta serpiente habita casi todo Oriente Medio, hasta Pakistán.

En Irán, esta serpiente cumple la función de un gato: se encarga de exterminar los ratones de la casa, y por eso se tolera su presencia en algunos hogares. Pese a ello, no deja de ser una serpiente venenosa y, por lo tanto, un peligro potencial. Según el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), uno de los centros con mayor reserva de sueros antiofídicos en España es el Zoo Aquarium de Madrid.

Redacción QUO