La naturaleza nunca dejará de sorprendernos. Un buen ejemplo de ellos es lo que le ha ocurrido un investigador del Northland College de Wisconsin, que ha descubierto de forma accidental que las ardillas voladoras se vuelven fluorescentes al iluminarlas con un cierto tipo de luz.

El científicos se encontraba en un bosque probando la reacción de los líquenes a los efectos de la luz ultraviolenta cuando, de improviso, apareció una ardilla. Y al iluminarla accidentalmente, comprobó que el animal producía una fluorescencia rosácea por efecto de la luz ultravioleta.

Sorprendido por lo que acababa de ver, decidió experimentar con ejemplares de ardillas que se conservaban en el museo de la universidad. Y los resultados de su experimento revelaron que solo los pertenecientes al género Glaucomys, que es el nombre científico que reciben las llamadas ardillas voladoras del nuevo mundo, producían esa llamativa fluorescencia de color rosa. Y solo cuando recibían el impacto de luz ultravioleta.

El investigador no sabe cuales son las causas de que esta especie haya desarrollado este mecanismo. Aunque cree que puede servirles para reconocerse unas a otras en ambientes de escasa luz.

Fuente: Newsweek.

Vicente Fernández López