De acuerdo con la Oficina Nacional Francesa de Estudios e Investigaciones Aeroespaciales, los aviones comerciales son golpeados por un rayo cada mil horas de vuelo, es decir, una vez por año. El 70% de estos eventos ocurren en la región que ocupan los trópicos, que es donde se producen la mayoría de las tormentas. Eso no significa, de ningún modo que debes temer las consecuencias de un rayo cuando vayas de vacaciones. Lo único que ocurrirá es que, si tienes suerte, podrás grabar un vídeo que se hará viral.
No importa si ocurre en el aeropuerto o en pleno vuelo, el efecto más grave que puede tener en la estructura es que los remaches queden un poco quemados o que el radar meteorológico se ve ligeramente afectado y solo a corto plazo. El protocolo indica que cualquier avión que viva un evento como este, debe pasar una revisión de control. Nada más. Eso en el exterior. En la cabina de pasajeros lo más probable es que nadie se percate de lo ocurrido.
La razón por la cual los viajeros no reciben el impacto es que los aviones son como jaulas de Faraday, es decir, un recinto construido por un material conductor que evita que el campo electromagnético pase a través de él, solo lo rodea.

Jack Perkins, un estadounidense que esperaba que su vuelo despegue del aeropuerto de Atlanta en plena tormenta eléctrica, logró grabar en vídeo cómo un rayo caía en otro avión que esperaba su turno. Y esto es lo que vio.

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Juan Scaliter