Del mismo modo que los humanos utilizamos la palabra para comunicarnos, los leones hacen lo mismo con su rugido. Así comunican su territorio, avisan de potenciales peligros o como medida disuasoria ante enemigos.

Claro que para ello deben entrenarse y en el inicio de la vida de estos felinos, el, llamémosle talento, aún no está muy desarrollado. Y la prueba es este pequeño león que, por más que lo intenta, no logra llegar a los decibelios de sus mayores.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=ee7WKxzpY7E[/youtube]

Juan Scaliter