Todos los medios de comunicación han acusado al pobre Ginglymostoma cirratum, más conocido como tiburón nodriza, de ser un vago, un pasota y un perezoso. Pero también podría ser un hippie, un nómada o un solitario buceador de los fondos marinos que solo busca estar en paz en esta vida sin tener que sacrificarse demasiado.

La mayoría de tiburones, depredadores por naturaleza, gastan su energía en cazar y comer. El nodriza es la excepción a la norma. No posee grandes dientes, no le interesa demasiado estar constantemente buscando presas, no necesita comer mucho e intenta permacener en los fondos marinos de las cálidas aguas tropicales o sub-tropicales. Allí suele darse un festín moderado gracias a langostas, peces, moluscos, crústaceos despistados o caracolas. Esta forma le ha permitido sobrevivir con mucha menos energía que el resto de sus colegas.

Científicos del Mote Marine Laboratory (EEUU) y de la Universidad Murdoch (Australia) quisieron comprobar cuánta energía gastan los tiburones nodriza para poder sobrevivir. Según los resultados, publicados en Journal of Experimental Marine Biology and Ecology, tienen las tasas metabólicas más bajas que hasta ahora se habían observado en un tiburón. Según ha explicado a la Agencia SINC Nick Whitney, primer autor del trabajo y biólogo del Programa de Ecología del Comportamiento y Fisiología del laboratorio estadounidense, “son capaces de permanecerse en el fondo marino y consumir menos energía que cualquier otra especies de tiburón estudiada hasta ahora”. Y, ¿cómo es posible que hayan logrado esto? “Son capaces de permanecerse en el fondo marino y consumir menos energía que cualquier otra especies de tiburón estudiada hasta ahora”.

Además, esta especie tiene la habilidad de poder «respirar sin necesidad de nadar al bombear el agua a través de sus branquias mientras descansan en el fondo marino, una habilidad relativamente infrecuente en tiburones. Es esta destreza la que les permite ‘holgazanear’ en lugar de estar constantemente nadando».

Fuente: Agencia SINC

Redacción QUO