Río es un leona marina de California capaz de resolver aquellos tests de inteligencia que muchos seres humanos tienen problemas para resolver. De hecho, es tan inteligente que los científicos del Long Marine Lab de la Universidad de California, diseñaron una serie de pruebas que demuestran que es el primer animal, además de los humanos, que puede usar la lógica básica en problemas del estilo si A = B y B = C entonces A = C.
La inteligencia de Río no es tan sorprendente si tenemos en cuenta que es miembro de uno de los cuatro grupos de animales (junto a los humanos, los cetáceos y los elefantes) que han evolucionado para tener muy grandes cerebros.
Por eso, cuando un desafortunado hecho (la muerte de dos leones marinos jóvenes) les permitió a los expertos del Long Marine Lab analizar sus cerebros, no perdieron la oportunidad.Liderados por un equipo de neurocientíficos de la Universidad Vanderbilt, llevaron a cabo el primer estudio exhaustivo del sistema nervioso central del león marino de California, concentrándose en el sistema somatosensorial, encargado de la percepción consciente del tacto, la presión, el dolor, la temperatura o la posición.
«Nos hemos preguntado durante mucho tiempo acerca de cómo se organizan los sistemas somatosensorial de leones marinos y focas – explica en un comunicado una de las autoras del estudio Eva Sawyer –, ya que tienen grandes capacidades para usar el tacto y sus bigotes para explorar y alimentarse en aguas profundas”
Los resultados, publicados en Journal of Comparative Neurology, demostrarían que el cerebro del león marino cuenta con áreas específicas para el procesamiento de la información de los bigotes, sorprendentemente similares a las de ratones y ratas. Específicamente, encontraron que cada pelo del bigote del león marino tiene un área específica correspondiente en el cerebro, algo similar al de los humanos con nuestros dedos.
Además, los investigadores identificaron las áreas del cerebro dedicadas al procesamiento del tacto en las aletas y la cola. Una de las sorpresas fue el descubrimiento de una región muy desarrollada, denominada núcleo de Bischoff, que se encuentra en los animales con colas prominentes (por ejemplo mapaches, canguros, ballenas, etc.), ya que en el león marino su cola no tiene casi importancia y está escondida entre sus aletas traseras.
Los seres humanos, elefantes, cetáceos y pinnípedos evolucionaron cerebros grandes de forma independiente, por lo que la organización en todos ellos ha emprendido diferentes caminos. Conocer estos caminos puede aportar importante información.

Juan Scaliter