Tras más de cien vuelos sobre la región conocida como Tierra de la Princesa Isabel, decenas de imágenes satelitales y estudios preliminares, científicos de Estados Unidos, China y Australia han revelado en tres artículos científicos diferentes, la presencia de un nuevo lago enterrado bajo 800 metros de hielo en esta región antártica. Debido a la imposibilidad de acceder directamente al cuerpo de agua, los expertos especulan que si bien todo indica que es un lago, también podría tratarse de sedimentos de lodo.
Cualquiera de las dos opciones constituye una ventana de profunda riqueza al pasado del planeta y una posibilidad única para explorar los cuerpos helados de nuestro sistema solar.
En el caso de tratarse de un lago, estaríamos ante un cuerpo de agua que conserva las mismas condiciones que existían millones de años atrás. Y las sorpresas pueden ser muchas teniendo en cuenta que otros de los lagos descubiertos bajo el hielo polar, el Vostok, ya ha dado muestras de ADN hasta ahora desconocidas.
Si estuviéramos frente a un terreno cenagoso, en cambio, quienes se frotarán las manos serán los expertos en climatología, ya que podrán investigar las fluctuaciones de esta región a los largo de decenas de miles de años.
Sea lo que sea, la oportunidad de investigar más a fondo comenzará en la época estival.
Los diferentes estudios son los siguientes. Firmado por Alexander B. Michaud y publicado en Geology, firmado por Tim Hodson y publicado en Earth and Planetary Science Letters y el último también en Geology, firmado por Stewart S.R. Jamieson.
Juan Scaliter
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