No te dejes engañar por su falso aspecto de adorable gatito. Este pequeño felino se bebe la sangre de sus enemigos. Bautizado oficialmente como Felis margarita harrisoni, este animal pertenece a una subespecie de gato de las arenas, los más pequeños de su familia salvaje.

Puede vérsele ocasionalmente en zonas desérticas de Jordania o Arabia. Se manejan bien con altas temperaturas gracias a que disponen de un tupido pelaje que cubre hasta las almohadillas de sus patas, lo que les permite andar sin problemas sobre la ardiente arena. Se alimentan principalmente de roedores, aunque no hacen ascos a reptiles, liebres o aves.

En marzo de 2015, el científico Shakeel Ahmed se propuso fotografiar al esquivo gato. Para lograrlo, ideó cinco cámaras trampa con comida para gatos en el interior y aguardó durante 278 noches entre marzo y diciembre. Tras acabar la recogida de datos sobre tres gatos de arena (dos hembras y un macho) publicó datos muy valiosos sobre esta especie tan desconocida para nosotros en la Revista Europea de Investigación de Vida Silvestre .

Ahora, el equipo espera que estos datos ayuden a maximizar los esfuerzos para conservar esta y otras especies amenazadas.

Fuente: popsci.com

Redacción QUO