Sabíamos que a los delfines les gusta hablar de sus problemas e incluso que las madres cantan a sus bebés antes de que nazcan. Pero todavía nos faltaban las pruebas que acreditasen estas sospechas. Ahora, un grupo de investigadores de investigadores de la Reserva Natural Karadag (Feodosia, Rusia) han pillado por primera vez in fraganti a dos delfines del Mar Negro manteniendo una conversación.

Gracias a un micrófono submarino, los científicos han podido escuchar con claridad las voces que emiten los distintos animales. Hasta ahora se sabía que dichos sonidos estaban en consonancia con el estado de ánimo del animal, pero no que también alteraban el volumen y la frecuencia de sus vocalizaciones para mostrar que están excitados, estresados o enfadados. Además, se ha detectado que, al igual que nosotros, pueden formar palabras individuales que usan para formar oraciones muy similares a las nuestras (de unas cinco palabras).

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores observaron a Yasha y Yana, dos ejemplares de delfín mular procedentes del Mar Negro. Fue así como se dieron cuenta de que mantenían conversaciones y que esperaban a que su compañero terminase antes de contestar.

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Para Vyacheslav Ryabov, autor principal de la investigación, «este intercambio es muy parecido al que mantienen los seres humanos en una conversación«. Los investigadores asumen que «cada pulso representa un fonema o una palabra en el lenguaje oral de los delfines«.

El reto que se plantean ahora los investigadores es cómo pueden comunicarse ellos mismos con esta especie. «El ser humano debería ser quien tome la iniciativa a la hora de relacionarse con otros seres inteligentes de nuestro planeta, creando dispositivos que sean capaces de saltar las barreras entre el lenguaje de nuestra especie y el de los delfines».

Fuente: telegraph.co.uk

Redacción QUO