Un grupo de científicos ha encontrado en la Patagonia algo sorprendente: restos fosilizados de unos tomatillos. La importancia del hallazgo se debe a que es la prueba más antigua que existe de la familia solanácea, una familia de plantas herbáceas a la que pertenecen varias especies importantes, como el tomate, el tabaco o el chile.

Según explica Rubén Cúneo, uno de los investigadores del estudio en la revista Science, «se trata del registro más antiguo de esta familia de gran importancia económica en la actualidad: 52 millones de años. Además, dado que las características del fósil es idéntica al género Physalis que vive en la actualidad, sugiere que esa condición morfológica moderna y más derivada ya había aparecido más de 50 millones de años atrás en la Patagonia, lo cual habla de una tremenda diversificación inicial de la familia».

Hasta ahora, los expertos habían calculado la antigüedad de esta familia de forma indirecta, gracias a estudios moleculares. Según explica Cúneo: “La edad de estos fósiles se establecieron sobre la base de dataciones radiométricas basadas en el método argón-argón en material geológico asociado y arrojó una diferencia de más de 30 millones de años respecto de la edad que se asumía partir de métodos moleculares”.

Los fósiles, hallados en Laguna del Hunco (Chubut, Patagonia) dejan aún una pregunta en el aire: ¿son una clase de tomatillos ya extinto?. Los investigadores reconocen que es «emocionante pensar que este es un pariente pasado de lo que ahora comemos en nuestras salsas y si habrá más fósiles de este tipo escondidos por allí».

Fuente: scientificamerican.com

Redacción QUO