Actualmente, Gran Bretaña se está desmarcando políticamente de Europa. Pero no es la primera vez que marca distancias. Según un artículo publicado en Nature Communications, ya dejó que corriese el aire hace 450.000 años, momento en el que se separó de Europa occidental geológicamente hablando.

Como reconocen los investigadores del Imperial College de Londres, «aquello fue el Brexit 1.0; el Brexit por el que nadie votó«. Según afirman, el estudio aporta nuevas evidencias sobre «uno de los acontecimientos más relevantes de la historia británica», el cual, en su opinión, «ha ayudado a formar, incluso hoy en día, nuestra identidad nacional».

Sanjeev Gupta, uno de los autores de la investigación, apunta que Gran Bretaña seguiría formando parte del continente europeo si no se hubiese producido aquel dramático suceso geológico durante la Edad de hielo, el cual determinó en gran medida «los modelos de colonización humana que vinieron después».

Y es que hace casi medio millón de años, el Paso de Calais (la parte más estrecha del Canal de la Mancha) era tierra firme. Se parecía mucho a los parajes de la tundra y poseía pequeños ríos. Inglaterra estaba unida con Europa a través de una cresta de roca caliza de Creta, que iba desde el suroeste de Gran Bretaña hasta el noroeste de Francia. La formación del Canal ocurrió a consecuencia de la gran erosión, que provocó un gran desbordamiento de agua procedente de un lago glacial ubicado en el Mar del Norte. Este desbordamiento fue alimentado también por «catastróficas inundaciones».
Fuente: iflscience.com

Redacción QUO