Una familia de Nueva Zelanda decidió aprovechar una mañana fantástica de domingo para pasear por el campo. Lo que no sabían, es que iban a vivir un escenario que posiblemente aparezca con frecuencia en sus pesadillas.

En su camino, se encontraron con un campo de fútbol. Pero, al fijarse detenidamente en él, vieron que una capa blanca brillante que ondeaba al ritmo del viento, cubría toda la superficie. Extrañados, se acercaron un poco más para descubrir qué era. ¿Os lo imagináis? ¡Una tela de araña gigante que cubría los 30 metros del campo!

Aunque la mayoría de los mortales miraríamos a todos los lados para comprobar que no rondaba por allí una araña del tamaño de un elefante, la familia pensó que no sería para tanto. Según ha explicado Tracey Maris, que descubrió la telaraña gigante con su hija, al Otago Daily Times: «Creíamos que no podía haber arañas en el interior, así que seguimos caminando y pronto nuestros pies se vieron atrapados entre las telarañas. Poco después, notamos un cosquilleo en la parte superior y entonces vimos pequeñas cosas negras sobre nosotras. En ese momento hicimos lo que haría cualquiera, gritar muy fuerte. Había miles de ellas y estaban por todas partes».

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Según ha explicado un experto en arañas al medio CZ Herald, las pequeñas cosas negras eran arácnidos diminutos cuyo hábitat se encuentra en la hierba. El problema es, que como había habido inundaciones en aquella zona, crearon una telaraña gigante en una zona más alta con el fin de ponerse a salvo de la tierra. No es un fenómeno desconocido, ya que tiene incluso nombre propio: spider bum parachuting. Surge cuando los arácnidos lanzan su seda hacia arriba y esta es atrapada por el viento. La araña puede levantarse del suelo gracias a este efecto. El problema es cuando miles de ellas hacen exactamente lo mismo, ya que crean estas gigantescas telas a su alrededor.

Fuente: AtlasObscura

Rafael Mingorance