Los pingüinos se han convertido en cómplices involuntarios de la contaminación en la Antártida. Una investigación realizada por científicos del Instituto Cavanilles, en el Parc Científic de la Universidad de Valencia, y de la Unidad de Edafología, ha revelado que las altas concentraciones de sustancias contaminantes en determinadas áreas se debe a estos animales.
Los pingüinos se alimentan en alta mar, lo que les hace ingerir a través del alimento sustancias contaminantes, especialmente metales pesados. Luego, al anidar en tierra, esparcen dichas sustancias en su entorno a través de sus excrementos.
Pudiera parecer algo anecdótico pero, según este estudio, la elevada concentración de heces de estos animales está afectando ya a diversas áreas del suelo antártico, en las que se han detectado elevados índices de metales pesados y otros elementos químicos contaminantes, principalmente cadmio, cobre y arsénico, aunque también zinc y selenio.
El informe también revela que esa contaminación es mayor en las zonas en los que los pingüinos están expuestos a un mayor tráfico marítimo.
Fuente: Agencia SINC.
Vicente Fernández López
Revelado el rostro de una hembra neandertal de 75.000 años de la cueva donde la…
Los científicos descubren rasgos cancerígenos en la aterosclerosis, lo que abre la puerta a nuevos…
Consumir cannabis puede provocar cambios en el epigenoma del cuerpo humano, según sugiere un estudio…
Las pruebas sugieren que los grandes felinos extintos con dientes de sable conservaban a sus…
La falta de datos de la industria química en la UE impide a menudo evaluar…
El cambio climático podría convertirse en el principal causante del declive de la biodiversidad a…