En el Museo de Historia Natural de Londres se ha guardado durante más de siglo y medio un curioso fósil. Durante todo ese tiempo se pensó que pertenecía a algún tipo de cocodrilo prehistórico pero, ahora, un nuevo estudio ha revelado que se trataba de una criatura mucho más antigua.

Los investigadores lo han bautizado con el nombre de monstruo de Melksham (Ieldraan melkshamensis), en honor a la localidad en la que fue descubierto el fósil. Gracias a su estudio, los paleontólogos han podido descubrir que se trataba de una criatura que vivió hace 163 millones de años en aguas marinas, que medía más de tres metros, y que poseía dientes en forma de sierra que le convertían en un notable depredador.

Según los autores del estudio, se trata del ancestro del que evolucionaron los actuales cocodrilos.

Vicente Fernández López