Camposcia retusa es el nombre científico de una especie de crustáceo conocida popularmente como cangrejo decorador. Este apodo se debe a la costumbre que tienen estas criaturas de adornar su anatomía con pedazos de algas, de esponjas marinas y de otros objetos que encuentran en su entorno. Pero, por supuesto, no lo hacen por presunción. los investigadores saben desde hace tiempo que se trata de una forma de camuflaje para protegerse de los depredadores.
Y, ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Delaware ha descubierto que ese camuflaje no es visual, como pudiera parecer en un principio, sino químico. En resumen, que no es que el cangrejo se disfrace para pasar desapercibido. En realidad, lo que ocurre es que se aprovecha de los sutiles aromas que desprenden los pedazos de algas y esponjas que utiliza, para confundir a los depredadores. Los investigadores de Delaware también observaron que cada ejemplar tiene su propia estrategia de camuflaje. Los hay que solo «decoran» sus patas y pinzas, mientras que otros colocan esos aditamentos en sus partes más vulnerables. Y también los hay que llegan a cubrir su anatomía al completo.
Vicente Fernández López