Todos recordamos a Paul, aquel pulpo alemán que supuestamente predecía los resultados del mundial. Pues bien, este año apareció en Japón otro cefalópodo del que decían que también estaba dotado con el don de la clarividencia. Según cuentan, fue capaz de predecir la victoria de la selección japonesa contra Colombia, y el empate con Senegal.
Lo que no pudo vaticinar fue la derrota del equipo japonés frente a Portugal. ¿Por qué? Pues debido a que su propietario pensó, antes de que se celebrase el encuentro, que iba a hacer más dinero vendiendo su carne que con sus dotes de oráculo. Rabio, que así se llamaba el pulpo, acabó siendo vendido a un restaurante, donde lo usaron para preparar sashimi.
Dicen que estaba delicioso.
Fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López