A todo lo malo se le puede sacar algo bueno. Y un ejemplo de ello lo tenemos en el informe que ha publicado la International Labour Organization, según el cual el cambio climático podría ser un impulso para el empleo, ya que supondría la creación de 24 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
Según este estudio, en los próximos doce años podrían crease 6 millones de nuevos puestos de trabajo debidos a la necesidad de reciclar los resíduos, y otros 18 millones en el sector de las energías renovables y sostenibles. Pero existe una condición: ese escenario positivo para el empleo solo será real si se cumplen los llamados Acuerdos de París.
Si no es así, el escenario será el opuesto, y el cambio climático afectará a la actividad humana provocando una destrucción de puestos de trabajo que cada vez será mayor. Se estima que entre los años 2000 y 2015, los desastres naturales provocaron una dismoinución de la producción de bienes y servicios del 0,8%. Y para el año 2030 podría ser ya del 2,%.
La buena noticia es que cada vez se están adoptando hábitos más sostenibles, aunque no al ritmo necesario. En China, por ejemplo, la industria solar ya emplea al doble de trabajadores que las del carbón, el petróleo y el gas juntas.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López