En España estamos teniendo un verano realmente suave, pero no ocurre los mismo en otros muchos países, donde se está viviendo una ola de calor sin precedentes. En estas fechas se multiplican los riesgos de sufrir golpes de calor. Un peligro que no solo amenaza a los humanos, sino también a nuestras mascotas. Por ese motivo, hay que ser precavido y no dejar nunca encerrado a un perro en el interior de un coche aparacado al sol.

Tal y como explican los especialistas de la ONG británica RPSCA (Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals), los perros corren serio riesgo de sufrir un ataque al corazón cuando su temperatura corporal supera los 41º C. Y se estima que el 50% de ellos no sobreviven al mismo. Hay que tener en cuenta que cuando la temperatura exterior es de 22º, el interior del coche puede calentarse hasta los 47 en tan solo una hora. Momento a partir del cual el perro está en peligro de muerte.

Cómo y cuan rápido afecta ese calor a los perros depende mucho de su raza. Los más afectados suelen ser los ejemplares más grandes, los que tienen mucho pelo en el cuerpo, y los que pertenecen a razas como los bulldogs. A diferencia de los humanos, estos animales no tiene la capacidad de sudar, y eso dificulta las posibilidades de regular su temperatura corporal.

Según la RPSCA, los perros pueden tardar entre diez y quince minutos en morir en cuanto sufren un golpe de calor. Y, en ocasiones, ni siquiera un rescate de última hora, logra revertir sus efectos.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López