La fugitiva más buscada por las autoridades polacas se llama Bertha. Pero no es un ser humano. Se trata de una serpiente pitón que fue avistada por primera vez al sur de Varsovia, en una zona residencial, el apasado mes de julio. Desde entonces, todos los esfuerzos por capturarla han resultado inútiles.
Tan solo han encontrado una carcasa de piel de unos dos metros de largo, lo que sugiere que la serpiente ya puede haber crecido hasta los seis. Pero, ¿cómo ha llegado hasta ahí? Nadie lo sabe con certeza, pero todo sugiere que alguien la tenía ilegalmente como mascota, y la soltó o se le escapó.
Bertha es una pitón de la India. No es la variedad más grande, pero puede llegar a pesar 95 kilos. Este tipo de serpiente no tiene veneno, y mata a sus presas por estrangulamiento. En el sureste asiático se registran todos los años una media de al menos diez casos de personas muertas por las pitones.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López