Como el ser humano (rico) nace con papá, mamá, cuco, cesto, cochecito, biberón, arrullo, chupete y toda suerte de parachoques vitales, no nos damos cuenta; pero el cachorro de Homo sapiens es de los bichos más indefensos que se alumbran en la fauna terrestre. Es porque somos poco más que un feto. La bipedación de mamá estrechó sus caderas y obligó a lanzarnos al mundo cuando todavía cabíamos por el conducto (malamente, pero bueno), aunque no estuviéramos fisiológicamente preparados. A medio hornear, para entendernos. En cambio, muchas otras especies, aun siendo dependientes de sus progenitores durante semanas, meses o años, al menos se ponen en pie y liberan a su madre medianamente.
Eso sí, necesitan un período de adaptación al medio y aprendizaje. De nuevo, en menor medida que el niño; porque, por ejemplo, fijémonos en el corzo de esta galería: emplea 14 meses de los 12 años que vive en emanciparse. O sea, poco más de un de 10% de su vida. Por contra, un niño occidental vive unos 75 años, y solo a los 16 se le considera apto para valerse; es decir, es dependiente durante el 20% de su existencia.
Pero las especies más “valientes”, y aunque nazcan con un tamaño ridículo, son perfectamente independientes nada más ver la luz del sol.
¿Ves la tortuga de cuello largo –o de cabeza de serpiente– de la foto de arriba? Sale del huevo, echa un vistazo a los lados de la ciénaga en la que ha despuntado y se pone a pescar larvas, peces pequeños…lo que pille. Ni infancia, ni miramientos, ni espera alguna para lanzarse a las crueldades del mundo. Qué grande.
Por eso se llama tití pigmeo (y dale). El Cebuella pygmaea no logra medir más de unos 15 cm (más otro tanto de cola) en su también corta vida: siete años.
El ratón espiguero (Micromys minutus) cabe en la flor de un narciso. No en balde, es el ratón más pequeño de Europa.
Compara: lo del fondo es un dedo meñique, y lo de delante, un caballito de mar pigmeo (Hippocampus bargibanti), en aguas de Papúa Nueva Guinea.
Así es de coquetón este cérvido (Capreolus capreolus) a los dos días de nacer. Pesa unos dos kilos, pero de adulto alcanza los 20 ó 25. Y está claro que inspiró a Bambi, ¿no?
Es el llamado del Yemen, o velado (Chamaeleo calyptratus). Recién nacido, como este, mide unos 10 cm, pero de mayor medirá 50 cm si es macho, y la mitad si es hembra.
Equidna (Tachyglossus aculeatus) se llama este animal de Australia. De bebé es así de adorable, pero luego alcanza los 50 cm y tiene unas púas de 6 como para pensárselo.
La tortuga de cuello largo
La tortuga de cuello largo (Chelodina longicollis) hace honor a su nombre desde pequeña. Su caparazón, de adulta, llega a los 25 cm, pero su cuello puede triplicar esa talla.
En la granja de Pennywell (Reino Unido) crían cerdos de un tercio de su tamaño habitual para venderlos como animales de compañía. Lo logran con un pienso especial de castañas.
Streek es un erizo pigmeo africano (Atelerix albiventris) de dos semanas de edad. Cuando crezca, no será mucho mayor: pesará entre 340 y 500 gramos, y medirá entre 13 y 20 centímetros de largo.
Sí, increíble. El caracol carnívoro, o depredador (Partula rosea) se alimenta de congéneres y de otras especies de caracol. Francia lo usó para acabar con una plaga.