La lava nos produce miedo. No es extraño, ya que cuando sale del volcán, puede alcanzar temperaturas que oscilan entre los 700 y los 1.200 º C, y es capaz de recorrer grandes distancias antes de enfriarse y acabar formando rocas volcánicas. De lo peligrosa que resulta, tenemos pruebas de sobra en las ruinas de lugares como Pompeya.
Pero también es cierto que, visto desde la distancia, el manto ardiente que forma la lava de los volcanes es también un espectáculo visualmente muy hermoso. Y estas fotografías lo demuestran.
Fotos: Getty.