Profundamente

Wendy Timmermans, la autora de esta imagen, está entre los mejores buceadores en apnea del mundo: puede sumergirse
a 83 metros de profundidad. Gracias a su extraordinaria capacidad, consigue imágenes como esta, del cenota Nah Yah, en México.

Foto: Wendy Timmermans / UPY 2018

Un barco busca arrecife

En Julio de 2016, la corbeta portuguesa General Pereira d’Eça fue donada para hundirla en las cercanías de la isla de Porto Santo, a 30 metros de profundidad. Allí fue donde tomó esta fotografía, en gravedad cero, Miguel Pereira.

Foto: Miguel Pereira / UPY 2018

Reflejo infinito

El fotógrafo esloveno Borut Furlan estaba en Jardines de la Reina, Cuba. La hora (mediodía) no parecía la más adecuada para hacer fotos. Fue precisamente eso, la luz natural cenital, lo que permitió este reflejo. Esta instantánea ha sido la ganadora en la categoría Blanco y Negro del UPY.

Foto: Borut Furlan /UPY 2018

Dama nocturna

Si a la dificultad de fotografiar bajo el agua y en blanco y negro se le añade hacerlo de naoche, la técnica debe ser perfecta.
Y esto es lo que ha conseguido la suiza Sylvie Ayer con una manta raya en la laguna Fesdu, en Maldivas.

Foto: Sylvie Ayer / UPY 2018

La cueva de las maravillas

Hay ocasiones en las que una buena escenografía no basta. Esto es lo que ocurre en el cenote Nohoch Nah Chich. Allí, el alemán Herbert Meyrl colocó 5 focos diferentes para iluminar la escena y sacar a la luz sus secretos.

Foto: Herbert Meyrl / UPY 2018

Tener buena suerte

El surfista estadounidense Rodney Bursiel se encontraba en Tonga, en la Polinesia, cuando decidió reservar una excursión para nadar con ballenas. Apenas se sumergió vio a una con su cría muy cerca de él.

Foto: Rodney Bursiel / UPY 2018