El mayor experimento ecológico de la historia ha mantenido el mundo en pausa, y el aire que hoy se respira en las grandes ciudades está limpio 

El experimento se llama COVID-19 y ha parado bruscamente la máquina humana de echar humo. Más allá de enviarnos fotos unos a otros de Madrid sin boina, o del Monte Everest visible por primera vez desde Nepal, los expertos piden que pongamos esfuerzos sociales y económicos para seguir respirando (literalmente)

Más de 18 millones de personas respiran hoy mejor aire

El confinamiento a consecuencia de la pandemia causada por el coronavirus ha metido en sus casas a más de media humanidad. Sin coches y sin apenas industria, solo en España 18,6 millones de habitantes han mejorado su calidad del aire respirando un 50% menos de NO2, especialmente en las ciudades más grandes. Aunque la mejora se aprecia en 80 ciudades españolas. Este es uno de los impactantes datos de los que informa el Observatorio Sostenibilidad

La casi paralización del uso de combustibles fósiles en la industria y en el transporte ha implicado desde el punto de vista ambiental la caída a niveles históricos de contaminantes como NO2 (dióxido de nitrógeno), partículas y SO2 (dióxido de azufre) que repercuten en la química del ozono.

Fernando Prieto y Carlos Alfonso, de Observatorio Sostenibilidad,  levantan la voz para pedir que la nueva normalidad exija cielos limpios. De ese modo, este histórico experimento ecológico  habría servido para algo.

“Este experimento a gran escala nos sirve para saber qué ocurriría si aplicáramos políticas de control de la calidad del aire muy estrictas en relación con la supresión del tráfico, pero también para solucionar el resto de emisiones que también afectan a la calidad del aire de las ciudades como la producción de energía, industrias, calefacciones, gestión de residuos, puertos, etc.”, explica Fernando Prieto.

El aire de las ciudades tras el confinamiento

En el Observatorio Sostenibilidad han recogido datos de los Índices de Calidad del Aire (ICA) relativos a las mayores cinco ciudades del país (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y  Bilbao); información de la Agencia Europea de Medio Ambiente relativos a 74 ciudades que suponen unos 18,3millones de personas, casi el 40% de la población del país, y datos de los modelos del Barcelona SuperComputingCenter. Con ellos, se puede llegar a la conclusión de:

Las cinco grandes ciudades nunca han tenido un aire tan limpio desde que existen datos comparables

Valencia desde las Torres Serrans

El cielo de Valencia

  • La calidad del aire de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao ha mejorado más de un 50% en NO2 en el periodo del estudio respecto a los tres años anteriores (2017-2019) en las mismas fechas.
  • Los días con aire sin apenas contaminación por NO2 (ICA NO2<10) directamente no existían en Madrid y Barcelona antes de la alerta sanitaria; en el resto, su porcentaje ha aumentado un 370% durante el confinamiento.
  • 18,6 millones de habitantes han mejorado su calidad del aire respirando un 50% menos de NO2  especialmente en las ciudades más grandes.
  • Las ciudades con mayores descensos absolutos de NO2 durante el confinamiento son la mayor parte de las capitales más grandes y las ciudades pertenecientes a los cinturones metropolitanos de Madrid y Barcelona
  • El conjunto de las 11 ciudades más pobladas de España exhibe un descenso durante el confinamiento de -16 µg/m3 de NO2 respecto al nivel medio de referencia de 2016-2019, mayor que el del conjunto de las 10 menos pobladas, que es de -9 µg/m3.

¿Cómo mantener un aire limpio?

El cielo sobre el Guggenheim de Bilbao

El cielo sobre el Guggenheim de Bilbao

Fernando Prieto y Carlos Alfonso inciden en  lo que casi todos sabemos, pero que hay que llevar a la práctica a gran escala: zonas peatonales amplias, uso de bicicleta, motos y coches eléctricos, transporte público no contaminante, más barato y de mayor frecuencia, flotas de bajas emisiones, medidas desincentivadoras del coche privado, etc. Son el primer paso, además de negarnos a vivir en una ciudad cuyo cielo es

A pesar del parón, queda un remanente

El cielo sobre la Plaza de España en Sevilla

El cielo sobre la Plaza de España en Sevilla

Este inimaginable experimento ecológico, también revela que existe un remanente de NO2 (algo menor del 50%) que debe ser monitoreado, vigilado e identificado para realmente mejorar la calidad del aire de las ciudades. Procede de fuentes diversas que se suman a las emisiones del tráfico rodado residual, producido por generación de energía, grandes industrias, polígonos industriales, gestión de residuos, calefacciones domésticas, masas de aire procedentes de otras regiones, etc. Es necesario evaluar desde la óptica de políticas públicas cuales son las mejores acciones para disminuir estos niveles de NO2 y de partículas que tengan un menor impacto en la población.

Fernando Prieto y Carlos Alfonso recuerdan que limpiar el aire es también un problema de salud. No queda otra que contener o depurar la implacable máquina humana de echar humo para que respirar sea respirar.

La evolución de la calidad del aire (Concentración  NO2) en 80 ciudades (elaborado por Observatorio Sostenibilidad)

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