Los científicos apuntan a la posibilidad de que las proteínas responsables de activar el esperma de los mosquitos puedan desactivarse, impidiendo que naden hasta los huevos o los fecunden. Esto podría ayudar a controlar las poblaciones de Culex, el mosquito doméstico común que transmite la encefalitis cerebral y el virus del Nilo Occidental.

Durante el apareamiento, los mosquitos se acoplan cola con cola, y los machos transfieren esperma al tracto reproductor de la hembra. Puede almacenarse allí durante un tiempo, pero para completar la fecundación tiene que completar el viaje. La clave son las proteínas especializadas que se segregan durante la eyaculación y que activan los flagelos o «colas» de los espermatozoides, que impulsan su movimiento. Sin estas proteínas, los espermatozoides no pueden penetrar en los óvulos. Permanecerán inmóviles y acabarían por degradarse.

Los investigadores de la Universidad de California en Riverside han publicado su estudio en la revista PLOS ONE, con un retrato completo de todas las proteínas del esperma del insecto, lo que permite a los investigadores encontrar las específicas que mantienen la calidad de los espermatozoides mientras están inactivos y que también los activan para nadar.

Para obtener esta información detallada, el equipo de investigadores trabajó con un grupo de estudiantes universitarios y de posgrado que aislaron hasta 200 mosquitos macho de una población mayor. A continuación, extrajeron suficiente esperma de los diminutos tractos reproductores para que el equipo de espectrometría de masas detectara e identificara las proteínas.

Anteriormente, el equipo había determinado que los espermatozoides necesitan calcio al entrar en el tracto reproductor para impulsar su movimiento hacia delante. Esto les permitió encontrar las proteínas de los canales de calcio y diseñar experimentos dirigidos a estos canales.

Este tipo de perfil proteínico ofrece una vía de control de los mosquitos más respetuosa con el medio ambiente que otros métodos que pueden tener efectos tóxicos no deseados, como los insectidas, que matan a otros animales, en especial a las imprescindibles abejas.

Los mosquitos son los animales más mortíferos de la Tierra, y matan a más de medio millón de personas al año por las enfermedades que transmiten. A medida que se intensifica el cambio climático, muchos otros mosquitos, como los que transmiten la malaria, se desplazan hacia el hemisferio norte. La palabra clave es controlar los mosquitos, no erradicarlos. Inmovilizar el esperma modificaría la proporción de machos fértiles e infértiles en una población de mosquitos determinada, en lugar de acabar con todos.

REFERENCIA

Using the Culex pipiens sperm proteome to identify elements essential for mosquito reproduction