¿Cómo se produce esa voz interior que lee estas líneas dentro de tu cabeza? ¿Cómo reconoces una palabra escrita, la dotas de significado, y sale de tu boca convertida en un sonido que todos los demás reconocen? El hecho de leer en voz alta, algo a priori tan simple que un niño de 6 años hace sin dificultad, exige un laborioso proceso que nuestro afanado cerebro realiza en escaso milisegundos. Haz la prueba, lee en voz alta “METEORITO”. Desde que has visto la palabra escrita hasta que la has pronunciado han transcurrido, según acaban de descubrir científicos del San Diego School of Medicine, de la Universidad de California, solo 450 milisegundos. Pero, ¿qué ha ocurrido en ese tiempo?
Lo interesante de la investigación dirigida por el doctor Ned Sahin, es que han encontrado el “centro de trabajo” y el entramado de tareas necesarias para que los pensamientos se conviertan en voz. La investigación se ha centrado en el área de Broca, un región del cerebro ya conocida por su papel como archipiélago del lenguaje, situada en el lado izquierdo del cerebro y descrita por primera vez por el médico francés Pierre Paul Broca en 1865. Desde entonces, los investigadores han hecho pocos progresos en la comprensión de los detalles de cómo se produce el proceso de hablar, en parte porque las herramientas utilizadas para investigar el interior de nuestro cerebro, como la resonancia magnética funcional, son demasiado lentas para medir la actividad de neuronas individuales o grupos de neuronas.
La suerte del doctor Ned Sahin es que ha podido acceder al área de Broca casi desde dentro. Su equipo trabaja con pacientes de epilépsia, a los que iba a someter a un implante de electrodos para identificar el origen de sus crisis, e investigar cómo acceder a sus neuronas dañadas sin afectar áreas de vital importancia, como la del lenguaje, la visión o la movilidad. Estos pacientes le dieron permiso para, al mismo tiempo que rastreaba el origen de sus males, obtener información sobre él área del cerebro que quedaba al descubierto: Broca.
Así es como Ned Sahin comenzó a hacer mediciones y cronometró al “duende lector”, o mejor, al entramado de neuronas que se ocupa de reconocer-identificar-modelar y pronunciar la palabra escrita. Sus mediciones muestran que el área de Broca es capaz de hacer más de lo que pensaban los científicos hasta ahora, incluyendo la ejecución de todas las medidas que van de la lectura al habla. Para empezar, se produce el reconocimiento de la palabra (METEORITO) en solo 200 milisegundos. A partir de ese instante, solo hacen falta 120 milisegundos más para interpretarla como verbo o convertirla en sustantivo singular o plural. Solo 450 milisegundos después de la primera vez que viste METEORITO, tu cerebro está preparado para articular la palabra en silencio. La investigación, que publica la revista Science, disipa la teoría hasta ahora aceptada de que el área de Broca sólo está implicada en el habla, mientras que una parte diferente del cerebro, conocida como el área de Wernicke, se ocupa de la lectura y el oído. Broca puede con todo.
Lorena Sánchez Romero