Leer y escribir aumenta la densidad de materia gris en el cerebro, que suele relacionarse con la inteligencia, según el Basque Center on Cognition Brain and Language. Los científicos lo han averiguado comparando imágenes cerebrales de 20 ex guerrilleros colombianos analfabetos y de otros 20 que aprendieron, tras dejar las armas, a leer y escribir.
Redacción QUO