Una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid demuestra que distanciarse psicológicamente del trabajo y expresar las emociones nos ayudan a recuperarnos del estrés diario.

La responsable del trabajo, la investigadora Ana Sanz, señala que desconectar del trabajo, ya sea cuando obstaculiza la vida personal, o cuando son los asuntos familiares los que repercuten en las tareas laborales, nos ayuda a sentirnos más satisfechos con nuestras vidas.

La otra conclusión del estudio, publicado en la revista Journal of Occupational Health Psychology, es que hablar de los problemas con otras personas reduce los síntomas de tensión. Ahora bien, hay que escoger el momento y el lugar apropiado, porque si no puede ser contraproducente.

Redacción QUO