Los científicos sabían que hay una relación entre la exposición prenatal al plomo y la hiperactividad de los niños. Ahora, una nueva investigación apunta la posibilidad de que también influyan en este trastorno los insecticidas organofosforados que suelen encontrarse en frutas y verduras. Investigadores de Harvard han visto que los niños más hiperactivos tenían niveles más altos de metabolitos de esta sustancia en la orina.
Redacción QUO
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