Ir de farol, o como dirían los neurocientíficos, la capacidad de inferir el estado de mente de otra persona, incluyendo su percepción de uno, podría servir para desarrollar nuevas pruebas de diagnóstico para trastornos psiquiátricos, como el autismo o el trastorno límite de personalidad.

Así lo señala un artículo de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Sus responsables, un equipo internacional de psiquiatras y neurocientíficos, encabezados por Read Montague,neurocientífico del Baylor College of Medicine, utilizan una combinación de imágenes cerebrales y juegos interactivos con dicho objetivo. Y han descubierto que al jugar a un simple juego de economía las personas tomamos una de tres estrategias posibles, y que hay unas partes específicas del cerebro que parecen ser más activas en las personas que optan por un farol.

En concreto, las personas que escogen echar un farol en un juego de negociación simple muestran una activación mayor en la parte del cerebro llamada córtex dorsal prefrontal.

Asimismo, Montague publicaba el mes pasado junto a su equipo otro artículo en la revista PLoS Computational Biology. En él demostraban cómo este tipo de juegos podría ser aplicado a la psiquiatría. Los investigadores colocaban a un jugador sano y a otro con varios trastornos neuropsiquiátricos. Tras seguir varias rondas de juego y mediante un modelo informático los investigadores podían predecir a qué grupo pertenecía cada jugador. Por ello, creen que podría ayudar a la creación de pruebas de diagnóstico de este tipo de enfermedades mentales.

Según Montague, si bien ninguno de los grupos presentaba diferencias significativas en el coeficiente intelectual, tener un coeficiente intelectual superior a la media, era necesario para ser un estratega.

Redacción QUO