Vasos sanguíneos creados en cultivo en tiempo record para los pacientes que se sometan a operaciones de corazón. Es el resultado de un trabajo realizado por un equipo de investigadores estadounidenses que publican los detalles en un artículo de la revista Science.
Los vasos sanguíneos o “injertos vasculares” pueden ser preparados con la antelación suficiente para que puedan estar listos cuando los cirujanos los necesiten. Más de medio millón de personas se podrían beneficiar de este avance cada año, según sus responsables, representados por Shannon Dahl, de Humacyte, una empresa especializada en cultivo de tejidos.
Hasta ahora, existía la posibilidad de cultivar vasos sanguíneos a partir de las células del paciente mismo. Sin embargo, el proceso dura nueve meses o más y los pacientes normalmente no pueden esperar tanto tiempo.
Los nuevos injertos se pueden almacenar de manera sencilla, y no son inmunogénicos: los injertos cultivados a partir de células de un donador probablemente pueden trasplantarse a cualquier paciente sin desatar un rechazo inmunológico.
Los investigadores generaron sus vasos sanguíneos a partir del cultivo de células de músculo suave de tejidos de donadores humanos en un armazón en forma de tubo fabricado con un polímero biodegradable. Las células del músculo produjeron colágeno y otras moléculas que formaron una matriz extracelular. Cuando el armazón se degradó, los vasos sanguíneos ya estaban completamente formados.
Para asegurarse de que los nuevos vasos sanguíneos no provoquen un rechazo inmunológico, el equipo de Dahl utilizó una sustancia detergente para eliminar las células de músculo suave de los vasos. Los investigadores han comprobado que mantienen su fuerza y elasticidad, y permanecen abiertos incluso después de almacenarse en una simple solución salina durante un año. Los injertos vasculares humanos también fueron puestos a prueba con éxito en animales grandes que fueron sometidos a cirugía de puente coronario arteriovenoso.
Redacción QUO