Es un ambiente (o envase) donde se ha modificado la composición gaseosa del aire para evitar añadir conservantes. ¿Su virtud? Alarga tres veces la vida del alimento. Principalmente se usa oxígeno, nitrógeno y anhídrido carbónico y, según el producto, argón, helio y protóxido de nitrógeno. Industrias tan artesanas como Yemas de Santa Teresa emplean este método.

Redacción QUO