La crisis ya ha pasado, al menos en lo que se refiere a la donación y el trasplante de órganos en España. En el primer trimestre de 2011, el número de donantes aumentó un 16,2% y el de trasplantes casi un 25%, según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes, ONT.
La crisis ha sido vista y no vista. Los primeros datos negativos aparecieron en septiembre de 1999 y en un año y medio la tendencia se ha invertido. La maquinaria de la ONT ha demostrado, una vez más, estar perfectamente engrasada para encontrar una solución a cada problema. “Nos dimos cuenta -explica Rafael Matesanz, director de la ONT-, de que hacíamos muy bien nuestro trabajo en las UCI detectando posibles donantes, pero no en otras zonas del hospital, como en las unidades de ictus o en urgencias”. Ese “descuido” hacía que no se ofreciera a los familiares de muchos enfermos la posibilidad de donar sus órganos. A la medida anticrisis de la ONT para llegar a más potenciales donantes hay que sumar otras como la incorporación de la donación cruzada o el aumento de la de vivo.
El modelo español de trasplantes, una referencia para el resto del mundo, había tocado techo porque en los últimos diez años, y sobre todo desde la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Vial en 2005, el número de donantes fallecidos en accidentes de tráfico había pasado de 250 a 80. También han descendido las muertes por accidente laboral, no porque haya más seguridad en el trabajo, sino a consecuencia de la crisis, especialmente en la construcción. En 1992 el 43% de los órganos procedía de personas que había sufrido un traumatismo craneal; el porcentaje se ha ido reduciendo poco a poco hasta llegar al 5% el año pasado. En esto España ha seguido la misma tendencia que la mayoría de los países de la Unión Europea, excepto en los del este, como Rumanía, y Portugal, donde el tráfico sigue siendo una lacra. Así que, mientras avanza la investigación para crear órganos en laboratorio, hay que buscar alternativas, y la ONT las ha encontrado. La fórmula para decir adiós a la crisis: analizar el problema y buscarle una solución. El ingrediente, la eficiencia, una fórmula tan buena como para que otros la copien.
Redacción QUO