Dietas exprés para adelgazar, dietas detox y de choque que nos prometen perder muchos kilos en poco tiempo y mejorar nuestra salud… ¿Funcionan? Los expertos aseguran que no.

Seguro que te suena eso de «cuanto más rápido lo pierdes, antes lo recuperas». Y es cierto. Puede que, incluso, llegues a recuperar algo más de lo perdido, por lo que todo el esfuerzo, la fuerza de voluntad (y el hambre también) no haya servido para mucho. ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué se cuestionan estas terapias de choque relacionadas con las dietas para perder peso?

Como aseguran numerosos estudios, todo tiene que ver con la restricción calórica repentina a la que sometemos a nuestro organismo durante una dieta y en cómo afecta a las hormonas responsables de regular la sensación de saciedad, causando un desequilibrio y provocando que la persona a dieta aumente sus ganas de comer y su apetito. Es decir, tras una dieta de choque necesitarás comer más que antes para sentirte realmente saciado.

¿Qué ocurre después de una dieta exprés o de choque? ¿Cómo reacciona nuestro cuerpo ante un mayor aporte calórico? Los expertos parecen estar de acuerdo en que el peso que recuperamos tras una de estas dietas acaba convirtiéndose en grasa abdominal (o grasa visceral), que rodea los órganos internos que se encuentran en la zona del abdomen). ¿Es peligrosa? Sí, si su índice es alto, ya que puede estar relacionada con enfermedades como la diabetes, problemas cardíacos, cáncer, demencia, etc.

Un reciente estudio con ratas (presentado en la American Physiological Society’s Cardiovascular, Renal and Metabolic Diseases), demostró que las que habían sufrido una restricción calórica repentina mostraban cambios en la presión arterial (hipertensión), la frecuencia cardíaca, la función renal, e incluso mostraron paros en su ciclo menstrual. Meses después de la dieta, estas ratas también tenían una mayor cantidad de grasa abdominal que aquellas que no fueron sometidas a dieta en el estudio.

Es cierto que el estudio se realizó en ratas y no en humanos, pero no hay que perder de vista que el genoma de un ratón tiene más del 95% de coincidencia con el del ser humano, por lo que estos efectos de las llamadas dietas de choque o dietas rápidas en ratones no se alejen mucho de los efectos que pueden causar en nosotros.

Fuente: IflScience.com

Redacción QUO