Hay un eslogan que lo advierte: «No podrás tomar solo una» y si bien el término ‘adicción’ puede ser algo exagerado, casi podéis estar seguros de que nos conformaréis solo con la primera. Esto se debe, principalmente, aunque no exclusivamente, a un ingrediente que llevan para potenciar el sabor: el glutamato monosódico que se puede degustar en casi cualquier plato de un restaurante chino. Esta sal sódica sería la responsable de ansiar la segunda patata frita después de la primera, y la tercera, la cuarta…

El glutamato monosódico en un potenciador del sabor que estimula receptores específicos de la lengua produciendo un gusto esencial mediante unos receptores especiales del sabor, que, al tener contacto con el glutamato, envían una señal al cerebro que invitan a este a pedir más y más.

* Información contrastada con el Dr. José Manuel López Nicolás, Profesor Titular del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular-A de la Universidad de Murcia y autor del Blog Scientia.

Redacción QUO