Desde esta semana, los niños menores de seis años que quieran entrar en una guardería o en una escuela de primaria deberán estar vacunados, en cumplimiento de un decreto ley del Gobierno, votado a finales de julio, para que la inoculación de las vacunas contempladas por el Ministerio de Salud sea un requisito indispensable para asistir al jardín de infantes o a la escuela primaria. Los antivacunas ya calentaron el inicio escolar en Italia, un país que estrena la inmunización obligatoria a raíz de esta medida.

La actual ley establece la obligación de suministrar una decena de vacunas como la polio, el sarampión, las paperas o la varicela a los niños de entre 0 y 6 años para poder ser admitidos en los colegios, guarderías y escuelas infantiles. En el caso de la escuela primaria, el incumplimiento del calendario de vacunación no impide el ingreso en los centros educativos de los niños mayores de seis años, pero sus padres deberán pagar multas de hasta 500 euros si sus hijos no están correctamente vacunados.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario que el 95 % de la población esté vacunada para alcanzar el umbral de inmunidad del grupo ante una enfermedad. Se trata de un nivel que no se da en Italia para determinadas vacunas.

Brote de sarampión

Los expertos en Italia advierten del aumento de enfermedades como el sarampión en el país. Solo en 2017 se contabilizaron cerca de 2.400 casos de los cuales el 90% correspondían a niños que no habían sido vacunados, según datos del Instituto Superior Sanidad. Actualmente, menos del 80% de los niños italianos están vacunados completamente, un dato muy inferior al porcentaje recomendado por la OMS.

En la ciudad de Bolonia hay al menos 300 niños que actualmente no cumplen con los requisitos de vacunación y quedan ahora en riesgo de ser excluidos del sistema educativo. Otros 700 en la región de Campania no han presentado un calendario vacunal donde se pueda verificar. No se sabe aún a cuántos en todo el país afectará esta medida.

Marian Benito