El porcentaje de cesáreas se ha duplicado desde el año 2000 en todo el mundo. En España se practican más del 70% de las recomendadas. ¿Qué efecto puede tener esto? Aunque las complicaciones maternas a corto plazo siguen siendo inciertas, un reciente estudio de la publicación médica Inserm y varias universidades francesas ha concluido que el parto por cesárea se asocia con un riesgo de morbilidad materna grave mayor que el parto vaginal, especialmente en mujeres de 35 años de edad y mayores. Es un dato que, de acuerdo con sus autores, deberían tener en cuenta en las decisiones clínicas.
Falta un criterio
El parto por cesárea es una intervención útil para las madres y los recién nacidos en muchas situaciones. No obstante, sus tasas se han disparado en los últimos 20 años en los países más desarrollados, donde más de 1 de cada 5 mujeres dan a luz por cesárea. Los investigadores sospechan que el rango de indicaciones para el parto por cesárea se puede haber ampliado considerablemente. “Este aumento requiere la evaluación de sus posibles consecuencias adversas sobre la salud materna y neonatal”, indica el estudio coliderado por la obstetra Diane Korb.
Se conoce la principal secuela a largo plazo, la presencia de un útero cicatrizado con lo que ello conlleva en embarazos futuros, pero a corto plazo siguen sin estar del todo claras debido precisamente a esa confusión que existe a la hora de justificar el parto por cesárea. Las últimas investigaciones son limitadas y tampoco esclarecen demasiado, aunque sí se aprecia una mayor proporción de complicaciones graves, como hemorragias masivas, infecciones o embolia pulmonar.
El riesgo es mayor en embarazadas añosas
En este nuevo análisis con 4.800 mujeres los investigadores sí tuvieron conocimiento del estado de salud antes del parto. Si bien las complicaciones son poco frecuentes después del parto (1,5% de los casos), los resultados, publicados por Canadian Medical Association Journal (CMAJ), muestran que el riesgo es casi el doble para las mujeres que dieron a luz por cesárea en comparación con las mujeres que dieron a luz por parto. vaginalmente, y triplicado para mujeres mayores de 35 años Los investigadores plantean la hipótesis de que el aumento del riesgo excesivo con la edad puede estar relacionado con la disminución de la capacidad del útero para contraerse después del nacimiento para detener el sangrado.
Marian Benito