Cuarenta miligramos de arándanos rojos pueden ser tan efectivos como un antibiótico en el tratamiento y prevención de la cistitis. Eso sí, tiene que ser el arándano rojo americano. Este fruto tiene taninos condensados que impiden que las “patas” de las bacterias se adhieran a las paredes de la mucosa vaginal. Según un estudio de la Fundación Cochrane reduce las infecciones a la mitad, y además puede usarse durante el embarazo cuando no se puede recurrir a antibióticos.
Redacción QUO