El príncipe Carlos se ha convertido en el patrón de un organismo que promueve la homeopatía y lo hace justo cuando la ciencia acaba de retirar el principal estudio que usaban sus defensores como argumento, un artículo publicado en la revista Scientific Reports. El texto, que decía haber demostrado la efectividad de un remedio homeopático, ha sido eliminado nueve meses después por varios errores que inducían a conclusiones que no se correspondían con los resultados obtenidos.
Entre otras cosas, afirmaba que la fórmula Rhus Tox había disminuido el estrés oxidativo y la liberación de citoquinas con la restauración de sistemas antioxidantes o que su aplicación como tratamiento crónico durante 14 días mejoraba el dolor neuropático y protegía contra la lesión del nervio ciático.
La homeopatía está prohibida por el servicio de salud pública británica y en 2010 fue descrita por el parlamento como científicamente inverosímil. Sin embargo, el Príncipe de Gales defiende desde hace muchos años su uso y corrobora su apoyo aceptando el patronato de la Facultad de Homeopatía con motivo de su 175º aniversario.
“El príncipe Carlos debería combatir a aquellos que ofrecen unos remedios tan peligrosos, en lugar de luchar de su parte”, ha declarado Michael Marshall, director de la plataforma para promover el pensamiento científico escéptico Good Thinking Society. Ve inaceptable aprovechar su imagen pública para promocionar una terapia que desaconseja las vacunas y asegura curar el autismo.
Entre las entidades que apoyaron este estudio, realizado con ratas de laboratorio, está la Asociación Española de Médicos Integrativos y la Asamblea Nacional de Homeopatía. Frente a ellos, el biólogo italiano Enrico Bucci, director de Resis, una empresa que promueve la investigación y la publicación científica, ya expresó sus dudas desde un primer momento y en su web publicó un texto analizando varias inexactitudes del estudio ya retirado. Finalmente, Scientific Reports le ha dado la razón.
Marian Benito