Echemos un vistazo a los ingredientes de una típica lata de comida para gatos: subproductos de la carne, pollo y pavo, ceniza y taurina. Nada demasiado horrible, pero, en general, tampoco algo deseable para la dieta humana, afirma Jackson Blatner, dietista registrado en la Asociación Dietética Americana. «Dicho esto, estoy plenamente convencido de que nuestro cuerpo puede tolerar la comida para gatos«.
El hígado, los riñones y la piel juegan un papel imprescindible en la eliminación de sustancias extrañas en el cuerpo, especialmente las que están presentes en la comida para gatos. «Técnicamente, se podría digerir una pelota de béisbol», dice Blatner. Pero eso no significa que debamos hacerlo. Quizá el peor inconveniente de la comida para gatos sea el alto contenido en minerales de la ceniza, aunque el cuerpo los eliminaría rápidamente.
Redacción QUO