Primero, utilicemos la expresión con propiedad. «El fenómeno es conocido como ‘cefalea helada‘ o ‘cefalea del helado‘, dice Stacey Gray, una cirujana sinusal del Hospital del Ojo y el Oído de Massachusetts en Boston. «Es un término muy técnico». Aunque no hay demasiadas publicaciones al respecto, una bebida consumida demasiado deprisa probablemente no disminuirá la temperatura del cerebro. Además, el dolor transitorio es inofensivo, porque no tiene nada que ver con el cerebro.
Cuando sentimos ese dolor característico, es probable que el líquido frío haya tocado una ramificación del nervio trigeminal de la boca, causando dolor en el nervio responsable de las sensaciones faciales. Sería como si alguien punzara nuestro lóbulo frontal, pero puedes estar seguro de que el cerebro no siente nada.
Redacción QUO