Con el nombrecito, los médicos se refieren “a la intervención médica por la que se corrige la desviación del tabique nasal, que dificulta la respiración, y a la operación estética con la que se modifica el perfil de la nariz”, explica el doctor Ramón Vila-Rovira, del Centro Médico Teknon. Cuesta entre 5.000 y 7.000 euros, dura una hora, requiere anestesia local y se complementa con un cambio en el perfil del mentón o de los pómulos, para que el rostro resulte armonioso. Y la cicatriz, ¿dónde está? Casi oculta. “Lo novedoso es una incisión en la columela, el espacio que queda justo debajo de la punta de la nariz, y abrirla como si fuera un libro”. La destreza con la lima hace el resto. La cicatriz no se nota, pero los efectos sí: la inflamación dura 3 días, y el edema entre 2 y 3 meses.
Redacción QUO