Desde que, el pasado junio, el retrete de la Estación Espacial Internacional sufrió su avería más grave, la NASA está investigando para diseñar un lavabo espacial más funcional que el ya existente. Actualmente, los astronautas tienen que hacer sus necesidades en una instalación dotada de agarraderas para poder sujetarse, y orinan con una especie de aspirador que succiona la micción. Luego, en un tanque, un ventilador separa el aire del agua, para el reciclaje de ambos elementos.
Redacción QUO
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