La adicción a las drogas provoca cada año la muerte de entre 10.000 y 20.000 personas en el continente europeo. Según los datos obtenidos por un análisis del European Monitoring Centre for Drugs and Drugs Addiction (EMCDDA), la mayoría de muertes son causadas por sobredosis, especialmente de opiáceos como la heroína u otros narcóticos diseñados para combatir el dolor y que contienen derivados mórficos.

En Estados Unidos, la cifra de muertes por opiaceos se eleva. En 2014, esta droga fue la responsable de 28.647 fallecimientos, lo que implica un aumento del 200% con respecto al año 2.000. A pesar de que los laboratorios médicos se han esforzado en elaborar fármacos que reduzcan los efectos de los opiaceos tras una sobredosis, no existe en la actualidad ningún tipo de tratamiento para invertir estos efectos y asegurar que un mal viaje de estas sustancias no tenga un final trágico.

Ahora, una nueva vacuna desarrollada por investigadores norteamericanos pretende cambiar eso. Según explican en un artículo publicado en la revista Angewandte Chemie, podrían haber dado con la forma de que nuestros anticuerpos ‘luchen’ contra las sustancias opioides consiguiendo anular por completo sus efectos antes de que la droga llegue al cerebro, que, al fin y al cabo, es la principal recompensa de un adicto.

La hazaña de momento se ha logrado en un experimento con ratones. En primer lugar, los científicos trabajaron con el fentanilo, un tipo de opiode utilizado para elaborar analgésicos y anestésicos con una potencia 77% superior a la de la morfina. Es la que se encuentra fácilmente en cualquier farmacia y también la responsable de la mayoría de las sobredosis.

Los investigadores modificaron ligeramente el contenido de una molécula de fentanillo, manteniendo su estructura intacta para que el sistema inmune la reconociera y no diese la voz de alarma. Durante seis semanas ‘pincharon’ varias veces a los ratones con estas moléculas con el fin de entrenar a su sistema inmunológico. Al acabar este período, los investigadores se percataron de que los ratones no tenían un alto contenido de opiaceos en sangre, muy a pesar de las altas cantidades administradas de fentanillo. Para ver más de cerca qué estaba ocurriendo, los científicos tomaron muestras de sangre de los ratones y las mezclaron con moléculas de fentanilo en una placa de Petri. Tras el microscopio, observaron asombrados cómo los anticuerpos ‘aniquilaron’ por completo a las moléculas de la droga. Un mes después, la mayoría de ratones había sobrevivido a una dosis letal de droga.

Esto les hizo pensar que podría funcionar como vacuna en seres humanos, ya que lograría detener la droga en el torrente sanguíneo, mucho antes de que esta pudiese llegar al cerebro.

Actualmente, las vacunas contra enfermedades infecciosas salvan la vida a casi tres millones de personas. Quién sabe, quizás estemos ante un futuro y revolucionario tratamiento que ayude a las personas a dejar de matarse con las drogas.

Fuente: popsci.com

Redacción QUO